Carta de nuestra tripulación.
Río Hamble, Reino Unido. Ésta es nuestra ubicación el día en que el sitio web del proyecto Vinson of Antarctica inicia su andadura. Han pasado cinco semanas desde que dejamos atrás el astillero. Equipar un barco de expedición polar para su primer viaje se antoja un trabajo interminable. Empezamos hace medio año, buscando, comprando, recepcionando, modificando, almacenando, inventariando, y seguiremos haciéndolo hasta el último instante. Por eso hemos venido al Hamble. El Solent, Cowes, la isla de Wight son la cuna de la navegación tal y como la concebimos desde hace un siglo. Aquí comienza la afición de hacerse a la mar, llevados por el viento sin mayor propósito que el de disfrutar deslizándose sobre las olas, sin pescar, sin transportar mercancías, sin trabajar. Fue en estas aguas donde sus gentes comenzaron a entretenerse probando qué barco era más rápido, quién era el mejor patrón, sin que esto influyera en absoluto en los beneficios de ninguna empresa, simplemente por placer. Su pasión y amor por el mar fueron el punto de partida de la navegación de recreo tal y como la entendemos hoy. Así, durante décadas, la mayor parte de la industria náutica mundial se ha concentrado en torno a estas poblaciones: Portsmouth, Southampton, Gosport, Pool, Cowes.
Por eso, Skip Novak, el responsable de diseño de concepto del barco, nuestro jefe de expedición, nuestro mentor, nuestro gurú al fin y al cabo, nos recomendó enfáticamente pasar aquí las últimas semanas de preparativos del barco. No hay ningún lugar donde disfrutemos de mejores instalaciones. Skip ya está aquí con nosotros, por tanto es imposible hallar una forma mejor de empezar, para el barco, para la tripulación, para el proyecto.
Pero incluso los procesos de construcción y preparación más extensos y complejos llegan a su fin. En dos días arranca la primera expedición del barco. Es muy significativo y emocionante que su primera navegación ponga proa a un Polo. Para empezar, navegaremos directamente a Tromsø, una diminuta ciudad noruega que ya está a unos trescientos cincuenta kilómetros por encima del Círculo Polar Ártico. Esto supone que el barco ya no verá la puesta de sol en su primera escala. Será una pausa logística. Debido a estos tiempos de pandemia, antes de poder navegar por el resto del país o desembarcar, debemos someternos a una cuarentena a bordo. Pero de hecho nos dirigimos más al norte. Vamos al archipiélago de Svalbard. Nos acercaremos al Polo tanto como lo permita este año la plataforma de hielo. Vamos a llevar a una expedición científica de geólogos a los puntos donde planean recabar muestras.
Podrás imaginarte cuánto ansiamos llegar. Llevamos mucho tiempo volcados en los preparativos. Somos marineros; estamos hambrientos de viento y de millas. Pero, sobre todo, tenemos ganas de que los viajes y las ideas del proyecto Vinson of Antarctica se hagan realidad.
Éste es un velero excepcional. Su diseño y construcción lo hacen espectacular, único. Pero el barco en sí no tendría sentido si no fuera por su objetivo de crear y difundir el conocimiento. El valor reside en la empresa cultural. Somos un instrumento al servicio de todas las personas que quieren conocer un poco mejor nuestro planeta.
Esperamos que puedas seguir y disfrutar todos los planes del barco a través de esta web. Nuestra labor como tripulantes no acabaría de cobrar sentido sin teneros a vosotros involucrados en todo.
¡Buen viento a todos!
Kenneth (Skipper)